CALMA • VIVE FLUYENDO

CALMA • VIVE FLUYENDO

A inicios del 2020, luego de tratar de empujar varios proyectos y programas de medios con mi empresa Danny@lbelo MEDIA, tuve que pausar esos sueños porque ciertamente la pandemia vino a cambiar escenarios y fue un tiempo de aprender a esperar. Sin embargo, apliqué lo que me salvó la vida en una etapa fuerte (a parte de mi fe en Dios): “No controlarlo todo y, por ende, no empujar las cosas.”

Ya cuando poco a poco la «pandemia» iba controlándose, decidí en noviembre del 2020, laborar para la empresa privada, como Director de Marketing & Social Media

Aprendí a respirar, a tener calma y a vivir FLUYENDO. Lo gracioso es que, cuando se presentan retos o desafíos en algún entorno (hace tiempo dejé de llamarle problemas), yo siempre termino diciendo: “No te preocupes, tranquilo que fluimos”. 

Y es que esa es mi manera de decir: “Ok. Es un desafío; no tenemos todas las respuestas ahora, pero accionamos y en la marcha se va solucionando.” Y así mismo es CAMINAR en FE.

Ya para finales de mayo del 2021, decido emprender de nuevo con mi empresa, renunciando en FE a la empresa para la cual trabajaba, y la bendición mayor es que un mes después, dicha empresa me contrata como asesor y «spokesperson», siendo por casi 3 años mi mayor cliente.

Y tú… ¿fluyes o empujas?

– O fluyes con esperanza, o empujas con obstinación. 

– O fluyes siendo pro activo, o empujas siendo reactivo.

– O fluyes reflexionando internamente, o empujas amenazado con lo exterior.

Por muchos años viví empujando:

– A otr@s para que superaran traumas. 

– A otr@s para que lograran sus sueños y se dieran cuenta de su potencial.

– Proyectos, gestiones e instituciones que ayudaban a otros.

– A parejas, para resolvieran sus peleas y fueran felices. 

Lo hice de corazón, porque ese es mi diseño: ayudar. Pero el problema (en ese tiempo lo llamaba así) fue que ayudé desde el lente de un sistema religioso con mala interpretación, la cual te llevaba a “dar tu vida por otros”, cuando la verdad es que ya Cristo lo hizo por nosotros. 

Además, parte del “problema” era que, empujando para ayudar a otros, me olvidé de mí; y me sobrecargué tanto, que la vulnerabilidad y el cansancio no me hizo ver mas allá, incluyendo lo que realmente pasaba a mi alrededor…

Por eso terminé casi perdiendo la vida…

AHORA, luego de lágrimas, de superar dolor y recibir la AYUDA CORRECTA, en el ENTORNO CORRECTO:

Estoy viviendo una nueva etapa en mi vida, un renacer en muchos aspectos.

  • Dios ha restituido muchas cosas que daba por perdidas. 
  • Lo que no controlo, lo suelto para que no me controle. 
  • Dejé de querer controlar para proteger a otros.
  • Dejé de empujar … 

Y lo más importante: Dejé de dejarme (para lo último).

Lo anterior, de la mano de Dios, provocó que sanara en mí un resentimiento hacia el llamado de Él en mi vida, y hoy poder retomar aquello para lo cual fui, irrevocablemente, llamado. 

Por eso mi gente: “Lo que estamos enfrentando, es sólo un desafío; no tenemos todas las respuestas ahora, pero accionamos y en la marcha se va solucionando. CAMINANOS en FE.” 

“GO WITH THE FLOW” y ¡VIVE!

Un abrazo de fe y vida. 

– Danny@lbelo

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